Hace unos días leí un artículo (aquí) de Pérez-Reverte con el que no puedo estar más de acuerdo. En el se refiere específicamente a no regalar perros por mucho que nos los pidan nuestros niños si sabemos que la entrada de un nuevo miembro en la familia no va a poder ser asimilada. Por favor, leéroslo, es muy recomendable.
Aunque en el este artículo el autor se centra en el caso de la adquisición de un perro, creo que debería hacerse extensible a cualquier tipo de animal. Un animal, sea el que sea necesita unos cuidados que se traducen en tres cosas: tiempo, dedicación y responsabilidad. Puede parecer que cuidar de un animalito pequeño tipo hamster, cobaya o incluso periquito parezca un trabajo sencillo pero necesitan que su humano responsable sea justamente eso, responsable.
Los animales necesitan que los vigilen por si se hacen daño, que se les limpie a ellos mismos y a sus jaulas, que se le den los cuidados médicos que necesiten y por su puesto, pero no únicamente, su ración de mimos diarios. Frecuentemente no son el mejor regalo para un niño, sobre todo si son pequeños. Y con sinceridad, todo el mundo conoce a sus hijos y sabe perfectamente si van a ser capaces de ocuparse de ellos. Y si sabe que no, al menos debe tener claro que la responsabilidad caerá sobre sus propios hombros y debes estar preparado.
No estar preparado para hacerlo es la señal inequívoca de que no debes regalar un animal.
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