Como he contado otras veces, la primera cobaya que llegó a nuestra casa fue Gordi y Choco un mes después. Antes de poder juntarlas en la que sería su casa definitiva, Choco pasó una semana en cuarentena. Es decir, durante una semana no las juntamos aunque sí estaban en la misma habitación por lo que podían oirse y olerse. Creemos que ya sabían que había "otra" cerca. Al menos Choco sí que parecía darse cuenta.
Choco pasó ese tiempo en una caja de cartón, con un esquinero y una cajita de café dada la vuelta como refugio. Nuestra pobre cobayita marrón estuvo aterrorizada toda la semana. Escondiendose cada vez que nos acercabamos y con esa cara de susto que la pobre ponía cuando la agarrabamos... Pero cuando Gordi hacía algún ruido ella se ponía husmear, como buscando algún rastro. Además la pobre no hizo ni una sola vocalización durante esa semana, pensábamos que era muda. Gordi por su parte no hizo ni un solo ademán de reconocer que había otra cobaya en la habitación.
Hasta que llegó en día que las juntamos en el sofá. Gordi estaba al principio en plan "¿Que guay, vamos a jugar? ¿Que me has traído humana?" y Choco en plan "¡Oh dios mío, es horrible, me van a comer! ¡Hoy es el día que me comen!". Les costó un poquito centrarse y darse cuenta de que efectivamente había otra cobaya presente. Y entonces vimos realmente lo diferentes que eran:
"Sacame guapa, que este es mi lado bueno" |
Choco se puso como loca, empezó a hacer las vocalizaciones de alegría extrema y se acercó rapidamente a Gordi para olerla entera, llena de excitación, algo así como "¡Que alegría! ¡Hay otra cobayita! ¡Soy muy feliz, no estoy solita! ¿Y tu como te llamas? ¿Me dejas que te huela el trasero?" Así en plan pesadito...
Gordi en cambio se enfadó mucho. Se quedó toda rígida y ni siquiera olió a Choco cuando se acerco. En cuanto pudo se fue corriendo a su casita y como no la dejabamos irse sin más se enfadó muchísimo, se lanzó al suelo y se escondió debajo de la mesita de la tele. Por supuesto haciendo todo el rato muchos ruiditos de disgusto. Debía estar diciendo algo así como "¡Yo no he pedido esto! ¡Yo no he pedido otra cobaya! ¡Dejadme en paz, paso de vosotros! ¡Que os den por saco!"
"Me aventuro al exterior, pero con cuidado...." |
Ni que decir tiene que la reacción de Gordi fue la que más nos impactó. Despues de ponerlas juntas en la casita tuvimos que separarlas un par de veces porque Gordi se ponía demasiado en plan matón con Choco "¡Todo esto es mio eh, que te quede claro, que es mío eh, es mío!" Y la pobre Choco estaba de acuerdo, pero es que Gordi estaba taaaaaaaaaan pesada... A Gordi la dejabamos en el piso de abajo y A Choco en el de más arriba.
Pero claro, nuestra cobayita marrón no tenía más obsesión que bajarse con Gordi... y tuvimos que recolocarla varias veces. Resultó un poco más dificil que aprendiera a subir las rampas, la verdad, tenía poco aliciente a no ser pusieramos a Gordi arriba.
En fin, los primeros meses Gordi llevó frita a Choco, pero la verdad es que Choco estaba felicísima de poder estar con ella.
Y en el fondo a Gordi también le gusta estar con Choco, aunque se esfuerce en disimularlo... ahora son la mar de amigas.
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"Ahora nos llevamos bien, compartimos hasta la mantita" |